dia 28 de septiembre
Por la mañana, el grupo entero fue a Burdeos para seguir las huellas del Fundador, visitando los lugares donde vivió y actuó.
Por la tarde, a las cuatro, llenaron la sala sacerdotes y laicos para vivir la última etapa de sus respectivas asambleas.
Se les invitó a expresar la experiencia vivida durante estos días. Gratitud, acción de gracias, compromiso, esperanza, desafíos, presencia y acción del Espíritu, vida de Familia, comunión, cambio, deseo de compartir lo vivido, energía, nueva conciencia de la visión emergente del Universo, deseo de desaprender para aprender, sentido de pertenencia, interdependencia, alegría…esta fue la nota dominante del compartir.
Al final de este intercambio, una oración invitaba a acoger la vida nueva que se ha despertado en nosotros.
Regina Ramalingam, en nombre del Comité Intercontinental de los Asociados, agradeció a todos los que contribuyeron, de una u otra manera, a la buena marcha del Congreso.
Margaret, en nombre del Consejo, agradeció a todos los miembros de la Familia que se comprometieron responsablemente en la preparación, ejecución y acompañamiento de todo lo que acabamos de vivir. Terminó diciendo: “Es difícil decir adiós cuando se han vivido experiencias tan fuertes. Vamos a vivir esta ruptura para avanzar. Vayamos adelante con esperanza, sabiendo que hay un nuevo modo de ser Familia.”
Un sacerdote en nombre de la asamblea agradeció a Margaret, poniéndole sobre los hombros un magnífico chal, como muestra de reconocimiento por su liderazgo significativo en la Familia.
Finalizamos con una Misa de clausura en la Isla, alrededor del Fundador.